Migración: ¿Panamá para los panameños?
- Jonathan Tawachi
- 18 oct 2017
- 3 Min. de lectura
En los últimos meses, la migración ha sido un tema de arduo debate en Panamá. Esto viene a raíz de movimientos o comentarios xenofóbicos tanto por parte de importantes personalidades políticas, como parte de la población en general. Debo aclarar que este artículo no busca justificar sus principios en base a frases que sobreponen al amor ante el odio, pero con relaciones lógicas que se pueden ver históricamente y en el presente.
Algo que he tenido la oportunidad de observar, y es lo que más me ha llamado la atención, es que gran parte del repudio que se le tiene a la migración es hacia la nacionalidad venezolana específicamente. Todo esto con los siguientes argumentos: afectan a la economía por medio del trabajo, traen delincuencia y malas prácticas al país, y no respetan la nacionalidad panameña.
1. TRABAJO
Probablemente, totalmente incuantificable la medición de qué tan positivo o negativo es el aporte de un extranjero. El hecho de que sea incuantificable simplemente inhabilita el argumento de que los extranjeros debilitan o perjudican la economía. Sin embargo, el argumento tiene una secuela, y es una que ha ganado mucha popularidad últimamente: toman las plazas de trabajo de los panameños. Si bien es cierto, en ningún momento se les prohíbe o se les dificulta a los panameños que salgan a buscar trabajo. Es más, las leyes están escritas para favorecer al trabajador panameño.
Entonces, ¿cuáles son las plazas que tanto nos “quitan”?
La respuesta es simple. No se nos quitan. Simplemente las ocupan porque muchos puestos, específicamente en las áreas de ciencias y tecnología, no tienen la cantidad suficiente de panameños con títulos/preparación. Peor aún, hay muchas plazas de trabajo que se encuentran desocupadas. Por lo tanto, si vamos a hablar de política, fortalezcan la educación para tener panameños mejor preparados en vez de cerrarle la puerta de oportunidades a los demás.
2. DELINCUENCIA Y MALAS PRÁCTICAS
Actualmente, si un extranjero mata a un panameño no es la misma bulla que si un panameño mata a otro. Esto lo entiendo perfectamente bien. La delincuencia e inseguridad ya son problemas lo suficientemente intensos en Panamá como para traer gente de afuera que los haga peor. Pero, ¿entonces les cerramos las puertas del todo a los extranjeros? ¿les ponemos Visas a venezolanos y colombianos solamente? (creo que la última pregunta ya fue contestada por nuestro gobierno). La respuesta, nuevamente, es simple. No. La delincuencia o las malas prácticas no son características que son limitantes para una nacionalidad. Es decir, no todos los venezolanos son maleantes o delincuentes. Similarmente, no todos los maleantes o delincuentes vienen de Venezuela. De hecho, la gran mayoría no lo son. Por lo tanto, aplicar una política como esta en base a un argumento como la delincuencia no tiene cabida. En todo caso, revisen los perfiles de cada inmigrante: su preparación, expediente policial, sostenibilidad económica y demás. Pero si lo van a hacer, háganlo con todos, no con solo dos nacionalidades. La nacionalidad no determina como es una persona, por eso en Panamá tenemos todo tipo de personas.
3. IRRESPETO A NACIONALIDAD PANAMEÑA
Quizás, la más controversial. No es mentira que si han habido muchos incidentes relacionados con extranjeros, específicamente venezolanos, por irrespetar la nacionalidad panameña. No es tampoco un secreto que esto es una grave falta de ética y principios. Pero, si hoy 5 panameños le Twittean insultos a Trump y consecuentemente los Estados Unidos endurece su programa de Visas para Panamá, lo consideraríamos injusto. ¿Por qué? Cinco personas no pueden hablar por casi 4 millones. Ahora imagínense más o menos 20 personas hablando por casi 32 millones. Es exactamente lo mismo. De nuevo, si quieren entrar al caso políticamente, deporten a los que incurrieron en la falta de respeto, pero no generalicen con el resto de la población extranjera o venezolana en este caso.
Hay otras características que se pueden tomar en cuenta para este tema, como la gran descendencia extranjera que tenemos la mayoría de los panameños. Así sea porque la descendencia proviene de un español que pisó el istmo en el siglo XVI, sigue siendo sangre que proviene de otro país. No hay nadie que te pueda decir: tu permiso llega hasta tu papá o mamá, o hasta tus abuelos, o hasta tus tatarabuelos.
Para concluir, quiero tocar lo más irónico de todo. La población Guna es utilizada como un ejemplo de nacionalidad panameña autóctona en muchos casos. Lo más triste del caso, es que ni siquiera estos son 100% autóctonos, ya que para el tiempo de la colonización española, estos habitaban en Colombia. Los dejo con una reflexión que no solo aplica para mí, pero para usted que lee: antes de ser panameño, venezolano, colombiano o Guna, soy humano.









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