El uso de mascarillas no es algo que aparezca actualmente como método de protección ante enfermedades. Esto se remonta al menos hacia el siglo VI a. C. con usos no médicos. Más tarde, su utilidad se incrementó con la peste negra, la amenaza de ataques con gas y, en la actualidad, debido a la pandemia del COVID-19.
Actualmente se han establecido una gran serie de protocolos para protección del COVID-19, y entre ellos se encuentra el “uso obligatorio de mascarillas”. Si bien se sabe, el uso de mascarillas es una poderosa arma de prevención que disminuye notablemente la propagación de un virus.
Según STATISTA (portal de estadísticas en línea alemán), los países que registran mayores casos confirmados por COVID-19 son: México, Brasil, India, Francia, Rusia, Reino Unido, Italia, Turquía, entre otros. Ahora bien, estos mismos lugares con tan altos índices de contagios se mantienen exactamente iguales con respecto al número de muertes.
No se han preguntado ¿qué problemáticas presentan estos países para tener tan altos índices de contagios y muertes? Además de pobreza, necesidad, mal uso de recursos por parte de algunos gobiernos, falta de capacitación hacia la población y la ignorancia en determinados grupos de personas, siendo un problema de nunca acabar. Esto es cuando tratamos de deducir una problemática general.
Pero si bien es cierto, cada uno de estos países presentan un sinfín de problemas. Un buen ejemplo podría ser la India, siendo un gran país de Asia del Sur y el segundo con mayor población del mundo después de China (METEORED, 2021). Actualmente se encuentra en el tercer lugar con más muertes por COVID-19, además de llegar a tener 400,000 nuevos casos para inicios de mayo 2021.
Ahora bien, se conoce que la india tiene un alto nivel de pobreza, causada por el insuficiente apoyo por parte del gobierno, educación escasa y de cierta manera el “gran sistema de castas”, un sistema vetusto y anticuado que sorprendentemente aún existe en el país. Pero esto no ha detenido a la población, quienes buscan a diario diferentes formas de mantenerse protegidos. En este caso, las razones que llevan al no uso de las mascarillas en ciertos grupos de personas radica en la falta de recursos, el escaso sistema de salud y su necesidad y capacidad, además de las fallas en protocolos que presenta el gobierno como respuesta ante la pandemia del COVID-19.
Ahora nos trasladamos a Estados Unidos, un país totalmente diferente.
Según STATISTA, Estados Unidos es el país número uno con mayor cantidad de muertes y contagios por COVID-19. Un país que a simple vista no presenta problemas de pobreza, que cuenta con un muy buen sistema de salud y “estrategias bastante acertadas por parte del gobierno” como respuesta ante esta pandemia. Pero, donde se presentan aproximadamente trece estados que no impusieron mandatos con respecto al uso de mascarillas en ningún momento durante este proceso, o su uso no era obligatorio (Alaska, Arizona, Florida, Idaho, entre otros). En estos estados el uso de mascarillas como medida de prevención ante el virus estaría impuesto individualmente por establecimientos y ciertamente por la preocupación personal de los ciudadanos.
¿Dónde está la problemática del no uso de las mascarillas aquí? Pues bien, según BBC NEWS en ciudades de Texas y Arizona respectivamente, diferentes grupos de personas han decido manifestar en contra de los mandatos locales con respecto al uso de mascarillas. En estos grupos a simple vista se puede apreciar su negación ante esta poderosa arma de protección, y en efecto la problemática que en este caso radicaría en una simple ignorancia y rebeldía ante una forma efectiva y muy bien demostrada de salvar vidas.
Foto cortesía de BBC News.