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Educación panameña: ¿Qué está pasando?

  • Ángela Jiménez Rodríguez
  • 21 feb 2018
  • 3 Min. de lectura

La Educación es un derecho humano fundamental que ocupa el centro mismo de la misión de la UNESCO y está indisolublemente ligado a la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y a muchos otros instrumentos internacionales en derechos humanos. Sin embargo, millones de niños y adultos siguen privados de oportunidades educativas, en muchos casos a causa de factores sociales, culturales y económicos.

En Panamá, muchas personas afortunadamente pueden gozar del derecho de la educación gratuitamente en los colegios públicos, a los que el gobierno apoya… sin embargo, la calidad de la misma es sumamente cuestionable. En un conjunto entre la actitud del estudiante, el sistema educativo, los profesores, la calidad del plantel, entre otras cosas, surgen déficits educativos que son difíciles de superar con posteridad.

En el 2017, 57 mil 582 estudiantes fracasaron, en materias que han sido clasificadas como problemáticas como matemáticas, español, inglés, biología, geografía y cívica, de acuerdo al MEDUCA. La principal problemática de este asunto es que el MEDUCA nos brinda más preguntas que respuestas.

¿En qué sentido? El MEDUCA, a pesar de que nos informa las cifras, no nos informa las medidas que tomarán para mejorar el problema de los fracasos escolares, y el hecho que a pesar que los índices de fracaso suben cada año, el MEDUCA aún no ha sido capaz de poder efectuar una labor buena, que encuentre la raíz del problema.

También hay que considerar la poca atención o relevancia que el MEDUCA le presta a los Trastornos de Aprendizaje, como el TDAH, la dislexia, la discalculia, entre otras, los cuales podrían ser un motor detrás del cuestionamiento sobre el aumento de fracasos.

En una encuesta realizada en Instagram en febrero de 2018 por uno de los miembros de Redefy Panamá, con una media de adultos jóvenes, en donde se les preguntaba: ¿Quién es el mayor responsable de los fracasos educativos en el 2017?, el 73% de los votantes culpó a los estudiantes. Lo cual es totalmente entendible ya que vivimos en una sociedad en donde el delito aspiracional, aquel el cual debido al consumismo de nuestra sociedad nos motiva a robar para alcanzar las satisfacciones materiales, va en un aumento bárbaro día a día.

Es triste para mí, la escritora, reconocer que al parecer el problema de la educación no tiene solo un origen… sino tres:

  1. La falta de competitividad del sistema educativo y su principal responsable, el MEDUCA.

  2. La falta de compromiso, por parte del estudiante, con la educación.

  3. Por último, y para mí la más importante, la falta de protección social y la vulnerabilidad a la que exponemos a los jóvenes pupilos.

Es por eso que tratar de enfocarnos en encontrar una sola raíz en el problema de la educación, nos resulta imposible.

Mi mayor recomendación sería atacar este problema desde los aspectos educativos y sociales. En donde le demos la oportunidad, tanto a los profesores como a los estudiantes, de ser las mejores versiones de sus roles. Eliminar el paternalismo, que tanto daño le ha hecho a la juventud, con la cual aumentamos las estadísticas del delito aspiracional.

Joven, siempre recuerda, que la educación es tu única opción segura de superación. Da siempre el 150% de ti en el aula de clases… y la vida te dará el 150% de oportunidades.

La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser.

Hesíodo

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