Participación ciudadana juvenil: Llegó nuestra hora

“Saber es poder” dice una frase bastante sencilla y popular. No obstante, en el día a día, nos encontramos frente la dicotomía del sé pero no puedo, este asunto entre capacidad y conocimiento, solo puede ser unido con un puente, ese puente, se llama: Conciencia. Resulta necesario que el joven de hoy en día tome conciencia de su capacidad de participar en la sociedad por el solo hecho de ser una persona, con sentimientos, claro está, pero también con una capacidad racional.

Es aquí, donde quiero introducir la afirmación siguiente: “No es qué los jóvenes no queramos, es que no sabemos”. Está en el saber, en la formación, donde el joven puede tomar conciencia y tener en su vida este puente de unión entre la capacidad y el conocimiento.

Participar en la sociedad es sinónimo de tomar conciencia, participar en la sociedad es involucrarse en el día a día desde la realidad de cada uno, independientemente de la cultura, religión, partido político o ideologías personales, el hecho de: formarse, opinar y proponer es la base de la participación ciudadana juvenil.

No tenemos excusas para no formarnos, el fácil acceso a las redes sociales y a internet es la clave de la formación de los “millennials”. El tiempo que hace 25 años se invertía en buscar un concepto en una enciclopedia es incomparable con los segundos en los que podemos encontrar alguna información en la web.

La opinión, por supuesto que puede empezar en comentarios en la web, no obstante, se debe extrapolar a la vida diaria y al entorno diario.

Pero por último, lo esencial, es lo que deviene de la formación y la opinión y es claramente proponer, cuando se nos quite el miedo de que no valoren nuestras propuestas por el solo hecho de ser jóvenes es que vamos a progresar verdaderamente en ámbito de participación ciudadana porque como bien dijo Arthur Schopenhauer: “Las cosas no se le dan al qué más se las merece, sino al que con más insistencia sabe pedirlas”.