Abstencionismo, ¿hipocresía o valentía?

En definitiva, la verdad absoluta nadie la posee. Sin embargo, como panameño amante de mi país, quiero compartir una opinión de algo que, con mucho respeto, pero también con mucha claridad, adverso. Yendo al punto, me refiero al abstencionismo político. Es común escuchar entre jóvenes y adultos a personas muy orgullosas y creyéndose la gran cosa por el solo hecho de que pregonan a diestra y siniestra que ellos: (parafraseo) “No van a perder el tiempo votando en las elecciones”. Esta frase y cualquiera parecida no solo es triste, sino que también es deplorable en mi consideración. ¿Por qué? Porque representan un atentado a la libertad de expresión. Libertad de expresión que consagra el Artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos y que se ve vulnerada y se ve auto-insultada por todas estas personas que creen que “la están botando” al no ejercer el voto.

Más triste es ver a estas mismas personas más adelante, queriendo supuestamente ejercer su libertad de expresión con el fin de criticar y criticar a los políticos que en efecto fueron elegidos para los distintos cargos. Esto, en mi parecer, resulta hipócrita y resulta hipócrita en virtud de que tuviste la oportunidad de escoger, pero por mediocre, no te dio la gana de ejercer este derecho que va acompañado de responsabilidad, sobre todo.

Es en ese sentido, el abstencionismo no es un acto de valentía de ninguna manera. Es simple y sencillamente un acto mediocre donde ciudadanos en pleno goce de derechos, rechazan uno de tan alto nivel como lo es el sufragio y después se quieren quejar. Esto es tan hipócrita como al que le asignan un grupo para hacer un trabajo, estos le dan el derecho a opinar, no lo hace por voluntad propia, pero después quiere estar criticando el trabajo que no hizo. No es más que un acto hipócrita e irresponsable, alejado de la virtud de la valentía.

Opinar es importante, pero mucho más importante es ejercer derechos que aunado a los mismos traen responsabilidad. Yo no me puedo quejar del bien material ajeno, no participé en la adquisición del mismo y no tengo vinculación, de la misma manera es vergonzoso ver a alguien quejándose de un político cuando no participó de manera activa en la contienda de la elección.