La epidemia de la soledad

Todo el mundo se siente solo de vez en cuando. Cuando no tenemos a nadie al lado para almorzar, cuando nos mudamos a una ciudad nueva, cuando nuestra pareja está de viaje o cuando nadie tiene tiempo para nosotros en el fin de semana. Este sentimiento se ha vuelto crónico para millones de personas en las últimas décadas a medida que las instituciones de servicios de salud han comenzado a realizar estudios. A la vez, estamos viviendo en la era más conectada de la historia y, sin embargo, muchos de nosotros nos sentimos aislados. Es clave comprender la diferencia entre estar solo y sufrir de soledad. Puedes estar lleno de alegría y comodidad cuando estás solo, pero puedes odiar cada segundo cuando estás rodeado de amigos. La soledad es una experiencia individual, puramente subjetiva.

Un estereotipo recurrente es que la soledad solo le sucede a las personas que no saben cómo hablar o comportarse con los demás. Pero los estudios basados en poblaciones alrededor del mundo han demostrado que las habilidades sociales prácticamente no hacen ninguna diferencia para los adultos cuando se trata de conexiones sociales. La soledad puede afectar a todos: dinero, fama, poder, belleza, habilidades sociales, una gran personalidad. Nada puede protegerte de la soledad porque es parte de tu biología. A diferencia del hambre, que es una función corporal, la soledad hace que le prestes atención a tus necesidades sociales - que se han formado desde los comienzos de las comunidades humanas. Los humanos tenían que pertenecer a grupos sociales para sobrevivir, aquellos expulsados no serían ayudados por otros cuando estaban en problemas. En la adultez, se vuelve más difícil encontrar conexiones cercanas y, por lo tanto, la soledad puede volverse crónica. Mientras que los humanos se sienten bastante inteligentes acerca de cosas como la supremacía cuántica y la minería espacial, nuestros cuerpos y mentes son básicamente los mismos que eran hace 50,000 años. Todavía estamos biológicamente ajustados para estar juntos.

Según la compañía global de servicios de salud, Cigna, el 46% de los adultos en los Estados Unidos informan que a veces o siempre se sienten solos. El estudio de Cigna se realizó en 20,000 adultos en Estados Unidos mayores de 18 años y concluyó que la Generación Z (personas entre 18 y 22 años en el 2020) es la generación que más sufre de soledad. El estudio de Cigna también concluyó que no hay un vínculo directo entre las redes sociales y la soledad porque la soledad se mide en la cantidad de relaciones significativas en persona que alguien tenga con otros individuos.

Fuente: Health Resources & Services Administration US Government.

Estadísticas de soledad de adultos en los EE.UU. y el impactos que tiene en la salud, comparando con la obesidad y adicción a fumar.

Según el reporte meta-analítico "Loneliness and Social Isolations as Risk Factors for Mortality" del departamento de Psicología en Brigham Young University, el estrés que proviene de la soledad crónica se encuentra entre las cosas menos saludables que podemos experimentar como humanos. Te hace envejecer más rápido, hace que el cáncer sea más mortal, el avance del Alzhéimer es más rápido y tu sistema inmunológico se debilita. Un sentimiento inicial de aislamiento conduce a sentimientos de tensión y tristeza, lo que hace que uno centre su atención selectivamente en las interacciones negativas con los demás. Esto hace que los pensamientos sobre ti y los demás sean más negativos, lo que hace que evites las interacciones sociales; esto lleva a más sentimientos de aislamiento. La soledad te hace sentarte lejos de los demás en clase, no contestar el teléfono cuando tus amigos te llaman y rechazar invitaciones hasta que estas paren de llegarte. La soledad crónica es un proceso lento que dura años manifestándose, y puede terminar en depresión y un estado mental que obstaculiza las conexiones sociales, incluso si las anhelas. Literalmente, todos nos sentimos solos en algún momento de nuestras vidas, es una experiencia humana universal.